Cumparsita de mi vida

Las tardecitas de Buenos Aires tienen ese no sé qué, ¿viste?. Assim, como se me encontrasse nos cafés de La Boca e entre casas coloridas escuto a melodia hipnotizante. Me toma, embriaga, en un “ocho” me enobrece em um “gancho” me engancha. Efervescente, passa por cada célula e hipnotiza a alma, que dança, baila, sem sair do lugar. Balada de los locos de amor, que como diz a letra do poeta músico bailante, brilhante, con un poema y un trombón a desvelarte el corazón, te deixa assim, sem ar mas com el corazón a transbordar. Balada dos apaixonados, apaixona e consome a tristeza numa soledad porteña, correntina, cantada, romântica, intensa. Feito chama infinita enquanto dura a melodia, coloca fogo na existência. Aquece. De olhos fechados te lleva a media luz, crepúsculo interior a bailar, a llorar, y lloro de emoción oyendo un bandoneón. "¡Viva! ¡Viva!" los locos que inventaron el Amor! Viva a ti, Piazzolla, al bandoneón, al tango novo e velho, electro, de Bajofondo o Gardel, viejo de hoy y siempre, milonga de mi vivir, en Buenos Aires ou aqui. 

Lidy con alma argentina